Saturday, December 09, 2006

Sinfonía triste. Parte I


Sinfonía triste. Parte I.
El Canto Desesperado.

Creía que no te amaba, pero ahora que te marchas me doy cuenta que estaba totalmente equivocado. El amor que siento por ti es el motor de mi existencia, el alimento que nutre mi alma y me permite vivir.
Cómo deseo tenerte entre mis brazos y decir un “te amo” para que me respondas con una sonrisa. Cómo deseo que nuestros caminos se unan todavía más para enfrentar la vida los dos juntos, sin que nadie pueda vencer lo que sentimos..
Pero ya todo va quedando en deseos y pretensiones casi imposibles, me abandonas en la mayor de las indiferencias, inconsciente, arrogante y orgullosa. No entiendo nada.
¿Qué hay de los maravillosos momentos que vivimos?, habita siempre en mi memoria tu rostro dulce y vergonzoso cuando te tomaba de la mano y corríamos a través de los jardines. Es un recuerdo vivo el perfume de tu pelo entre mis manos.
Y ahora siento que soy un extraño ante tus ojos. ¿Qué ocurrió contigo?

EL CANTO DESESPERADO

Y te largas, ni más ni menos.
Abandonas tus recuerdos
y la sonrisa que te producen
mis palabras.

¿Qué irá a ser de nuestro amor?
Una bella pintura en exposición
¿Qué irá a ser de nuestro amor?
El corazón ardiente de ese pintor

Mas tu sabes que me tendrás aquí
a la espera de tu regreso,
aguardando el instante en que
te darás cuenta de lo mucho que te quiero.


No, no tengo por qué continuar cediendo ante mis sentimientos. Es como si mi vida dependiera de ti (y al parecer es la verdad) pero no lo quiero demostrar, quizá eso aumenta el orgullo ciego del que bebes diariamente.
¿Qué he de hacer ante tal situación?. Por una parte demostraste que me querías mucho, sin embargo, después actuabas con una indiferencia que me torturaba...


Recuerdos y vivencias de antaño
Dulce óbito que encierra el ocaso.
Jazmines alegres, claveles altivos,
Amor en su máxima expresión.

Seguiré pensando en ti,
clamando por tu atención,
buscando el espacio
que abrirá tu corazón...



Walter Schulz